Este diciembre, tras dos años dando vida a la finca “El Choclo”, en Castalla, se cumplía el momento de decidir si dar el siguiente paso. La decisión no era fácil, pero fue unánime: había que comprarla.
Estos dos años en alquiler han servido a la cooperativa para iniciar la tramitación de los necesarios permisos a nivel urbanístico, pero también nos han permitido empezar a reactivar el terreno tras tantos años de abandono, a cuidarlo y a disfrutarlo. Se ha desbrozado, plantado, y regado, se han sellado y asegurado las edificaciones, se han empezado a cuidar y podar los árboles, y se han realizado múltiples actividades sociales y culturales.
Y se ha seguido trabajando en el proyecto: entre otras cosas, elaborando un anteproyecto y la documentación necesaria para tramitar una Declaración de Interés Comunitario, reforzando las dinámicas internas de participación y colaboración, incorporando a las nuevas personas que se iban acercando (el grupo se ha más que duplicado desde decidimos alquilar el terreno), y empezando a trabajar en la definición de la Estrategia de Cocuidados como proyecto piloto del proyecto Comunidades de Cuidados.
Durante este tiempo hemos podido constatar la enorme calidad y la cualidad transformadora de la realidad social que se está creando en torno a este proyecto. Experimentando en directo la riqueza de las relaciones, de las actividades, de la auto-co-gestión, de los cuidados y apoyos mutuos, y poniendo cara y cuerpo a esa idea abstracta del “envejecimiento activo”. Y viviendo en primera línea cómo este tipo de proyectos están cambiando la sociedad, la economía y la legislación.
Ahora creemos más que nunca en su carácter único e innovador, su capacidad de abordar los grandes retos de la sociedad actual y su aportación a la calidad de vida de las personas. Y tenemos la convicción de que transformación que está provocando incluso en lo que entendemos como servicios sociales será poco a poco acogida por la Administración, como ya ha sucedido en Asturias, Galicia, Madrid y Navarra y está sucediendo en otras comunidades, incluyendo la Comunidad Valenciana.
Así fue como, el pasado 18 de noviembre, haciendo una gran y necesaria apuesta por el futuro, dimos uno de los pasos más importantes en la biografía de un proyecto de este tipo, y compramos la finca.